viernes, 9 de julio de 2010

La secta destructiva Soka gakkai

31.8.6 La secta destructiva japonesa Soka Gakkai, mediante el Komeito -su partido político de ideología teocrática, tendencias antidemocráticas y que aplica métodos de persuasión coercitiva en la captación de sus adeptos-detenta cada vez más el poder político en esa nación.



Ni siquiera situándose en el contexto japonés se puede negar la condición de "maquina de influir" de la Soka Gakkai. Creada en la década de 1930, resistió al poder militar y se inspira en un budismo reformista (llamado budismo de Nichiren, reformador del siglo XIII), con el que rompió definitivamente al final de la década de 1980 bajo la dirección de Daisaku Ikeda.



Este budismo social, que en otras latitudes se calificaría de "populismo", emplea todos los instrumentos necesarios para ejercer influencia. Su patrimonio económico y sus activos en la economía japonesa son poco conocidos aunque muy importantes, teniendo en cuenta los medios de acción con los que cuenta.



La Soka Gakkai edita un periódico de seis millones de ejemplares, el Seiko Shinbum. Ha abierto universidades no sólo en Japón, sino también en Estados Unidos y Francia (Centro Universitario de Trest). Ha logrado forjar, gracias al mecenazgo cultural, una audiencia, en Asia y en Francia, donde ha comprado y convertido en museo la casa de Víctor Hugo en el sur de Île-de-France. Organiza coloquios "mundiales" en lugares prestigiosos e invita a ciertos intelectuales que van a ponerse progresivamente al servicio de sus fines, puesto que les paga sus viajes o sus trabajos de documentación.



En 1994 creó un partido político, el Komeito ("partido por un gobierno limpio"), alrededor del confuso tema de la "tercera civilización", que puede interpretarse como la tercera era del budismo o del Japón, tras la primera era que representan la era Meiji y la primera Constitución nipona, y la segunda era de la Constitución impuesta en 1946 por los ocupantes americanos y vigente hasta hoy.



Para el Komeito, "la nueva civilización debe consumar la armoniosa unión del espiritualismo y el materialismo, del capitalismo y el socialismo". Esta terminología recuerda al primer programa de los fascistas italianos de 1919 o al programa nacional-socialista alemán anterior a 1932.



El partido, que se auto proclama de centro-izquierda y que los analistas califican más bien de centro-derecha por su constante apoyo a los gobiernos conservadores, se muestra muy crítico con la Constitución japonesa de noviembre de 1946.



El Komeito es la expresión política de una mezcla de elementos religiosos, patrióticos y políticos. En el plano político, promueve esencialmente el establecimiento de una "democracia budista" más parecida a una teocracia que a una genuina democracia.



Como patriota que es, critica con violencia la excesiva dependencia de Japón respecto a Estados Unidos y aboga a un acercamiento a China. No hay que deducir de esto ninguna afinidad con la doctrina marxista.



En efecto, se opondría con dureza a la extrema izquierda si ésta intentara tomar el poder. Partidario de la unificación del mundo bajo los auspicios de la Soka Gakkai, el partido se pronuncia a favor de mantener el desarme general japonés. Es hostil al mantenimiento del sistema de partidos y ha manifestado su deseo de reforzar la cámara alta y revisar la ley electoral, reforma parcialmente neutralizada en 1996 por el único gobierno japonés socialista de la posguerra.



El objetivo del Komeito, el restablecimiento de la teocracia, puede resultar a largo plazo peligroso. Fomenta sentimientos violentamente antidemocráticos que ciertos dirigentes han expresado y desarrolla métodos más bien persuasivos –se le acusa de utilizarlos para lograr adherentes-, métodos de reclutamiento masivo orientados a los segmentos sociales pobres, a quienes promete ventajas y beneficios inmediatos.



El Komeito, que despierta ciertas desconfianza en la opinión pero dispone de una clientela muy fiel, aglutinada en torno al núcleo duro de la Soka Gakkai, obedece a motivaciones muy concretas. Pertenecen a sus filas, dentro de la actual coalición conservadora, el ministro de la "Reforma constitucional" y, en la Cámara alta, el presidente de la Comisión de las leyes. La reforma política que lleva tanto tiempo preconizando está en marcha.



Dentro de este contexto no puede dejar de llamarnos la atención el encontrar y recién tomar conocimiento de la noticia publicada el 2004 en internet que da cuenta de los vínculos que la lideresa política peruana Lourdes Flores Nano tiene con este grupo sectario. Resulta interesante sacar a la luz la oscura "larga amistad" forjada entre la Soka Gakkai y el Perú y lo que es más sorprendente: la otorgación de la Orden del Sol en el grado de Gran Cruz en el año de 1984 al líder de la secta japonesa Daisaku Ikeda.



La siguiente es una tabla publicada en el libro "Sectas, democracia y mundalización" de Anne Fournier y Catherine Picard, que demuestra que la poderos secta Soka Gakkai tiene el segundo lugar en montos de inversiones en Francia:

Principales grupos


Capital

Testigos de Jehová


150 millones de euros

Soka Gakkai Francia


36,59 millones de euros

AMORC


21,34 millones de euros

Mahikari Francia


9,15 millones de euros

En ese mismo libro se menciona que los líderes de estas sectas actúan como "hombres de negocios" y luego ya convertidos en notables, se infiltran en la alta sociedad y en las esferas de poder. Para Anne Fournier y Catherine Picard el ejemplo más espectacular de esta infiltración es el de Daisaku Ikeda, líder de la Soka Gakkai y anfitríón de Lourdes Flores, que financia al ex presidente Mijail Gorvachov y ha llegado a escribir con él un libro por la paz